martes, 14 de febrero de 2012

Un día entre los días, no queremos más monerías


Un año sin escribir, dedicado a escuchar y a veces con suerte a entender.

Pero un día entre los días, ella comenta “por  bonito q sea el mono no queremos más monerías”,  escucho y a veces entiendo.

Una tarde entre las tardes, entre temas varios y alguna que otra anécdota amorosa, él comenta “mejor murámonos”. No entiendo.

Una noche entre las noches,  el actor comenta “Pues Hamlet fue el primer hombre moderno descrito en la literatura, el hombre que duda”. Bebo como el agua de mayo su respuesta.

Hace un mes subí a la montaña, buscando la visión, buscando también la certeza.  No es que no valore la herencia de la razón, la intelectualidad de Wittemberg, es que no hay como el fuego y los mitos a su abrigo. Entre otras cosas, hubiera preferido no dejar de lado los aquelarres, porque para certezas no hay como el fuego, porque para las dudas no tarda la  razón.

Así, cuando el mono empieza a saltar en la cabeza, el mejor antídoto para las monerías es una certeza, como aquella que da la danza a quien en dulce vuelo olvidó como se cuentan los pasos.

Si me invitas una duda paso, pero jamás evadiré una sabrosa certeza.

Un día entre los días.